Principios Básicos de la BIBLIA
ESTUDIO 10: EL BAUTISMO EN JESÚS
La importancia vital del bautismo | ¿Cómo deberíamos bautizarnos? | El significado del bautismo | El bautismo y la salvación | Digresiónes (Repetición del bautismo, El nivel de conocimiento que se requiere antes del bautismo, El ladrón en la cruz, Una muestra del servicio bautismal) | Preguntas

DIGRESIÓN 32: EL LADRÓN EN LA CRUZ

El ladrón dijo a Jesús:

"Acuérdate de mi cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc. 23:42,43).

Se considera que estos versículos dan a entender que el bautismo no es esencial para la salvación, por lo que al morir vamos expresamente al cielo. Aparte de todas las otras evidencias contrarias, una lectura cuidadosa del pasaje revela lo siguiente:

1. El mandato de bautizar en la muerte y resurrección de Cristo fue dado después de la resurrección de Cristo (Mr. 16:15,16). El ladrón aún estaba viviendo bajo la ley de Moisés cuando Cristo se dirigió a él.

2. El verdadero bautismo es en la muerte y resurrección de Jesús. Viendo que cuando Jesús habló al ladrón ninguno de estos eventos había ocurrido, el bautismo en Cristo no era posible.

3. El bautismo simboliza nuestra muerte con Cristo (Ro. 6:3-5). El ladrón fue la única persona que hizo esto literalmente.

4. Es completamente posible que el ladrón fuera uno de aquellos que habían sido bautizados por Juan el Bautista. Muchos de sus convertidos habían sido anteriormente personas deshonestas (Mt. 21:32). Decir que el ladrón no era bautizado es argüir a partir del silencio, lo cual difícilmente constituye un principio correcto que nos excuse del mandamiento de bautizarnos. Del mismo modo, el pasaje guarda silencio sobre las palabras ‘alma’ y ‘cielo’.

5. El ladrón le pidió a Jesús recordarlo para bien cuando regresara "en" su reino. Por consiguiente el ladrón no ignoraba el evangelio del reino de Dios que Jesús había estado predicando (Mt. 4:23). El sabía que habría un día de juicio en el establecimiento de ese reino, y por consiguiente le pidió a Jesús, quien él sabía que se levantaría de los muertos para finalmente ser el juez en ese día, recordarlo para bien. El ladrón ciertamente no era ignorante; él reconocía que la salvación en el día de la resurrección y juicio sería pronunciada por los labios de Cristo.

6. Jesús replicó que el ladrón estaría con él en el ‘paraíso’. Esta palabra griega siempre se refiere a ua situación ideal en la tierra. Es usada en relación al restaurado jardín de Edén, el cual será visto en el fururo reino de Dios en la tierra (Ap. 2:7). Durante el reino de Dios el mundo se volverá a las condiciones paradisíacas del Jardín de Edén (Is. 51:3; Ez. 36:35), debido al levantamiento de la maldición (Ap. 22:3). El Antiguo Testamento Griego (la Septuaginta) usa la misma palabra griega para ‘paraíso’ refiriéndose a una situación idílica sobre la tierra en Eclesiastés 2:5; Nehemías 2:8; Cantares 4:13; Gn. 13:10). El ‘paraíso’ se ha vuelto asociado con el cielo por su uso en ficciones como ‘El paraíso Perdido’ de Milton. La promesa de Jesús de un lugar en el paraíso para el ladrón fue en respuesta a su deseo de estar en el reino de Dios. Hemos mostrado en el Estudio 5 que el reino será en la tierra; por lo tanto, el ‘paraíso’ también estará allí.

7. La forma como el versículo 43 es traducido normalmente da la impresión de que Cristo y el ladrón estarían juntos aquel mismo día en el paraíso. Pero obviamente el reino todavía no ha sido establecido en la tierra. Ellos no podían ir al reino ese día. Jesús fue a la tumba (Hch. 2:32); como él había profetizado, estuvo "en el corazón de la tierra tres días y tres noches" (Mt. 12:40; compárese con 16:21) después de su muerte en la cruz. Aun después de la resurrección dijo: "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre" (Jn. 20:17). Por lo tanto Jesús no fue al cielo el día en que murió.

Aun así Jesús promete al ladrón: "Hoy estarás conmigo en el paraíso". La respuesta a esta aparente contradicción se encuentra en el hecho de que en los textos originales hebreo y griego de la Biblia, no hay puntuación ni letras mayúsculas. Es posible re-puntuar de modo que podamos leer: "Jesús le dijo: De cierto te digo hoy, que estarás conmigo en el paraíso" (Lc. 23:43). La traducción de Roterdam en realidad sitúa la coma despues de "hoy". Esto concuerda maravillosamente con el contexto. El ladrón estaba pidiendo a Jesús que lo recordara para bien en el día del juicio; él se daba cuenta de que era responsable y que estaría allí. Pero Jesús le dio la maravillosa reafirmación: ‘Puedo decirte ahora mismo: Tú no tienes que esperar hasta entonces para saber mi veredicto sobre ti. Estarás conmigo en el reino.

8. De los puntos vistos anteriormente, es posible listar las doctrinas que el ladrón evidentemente entendió:

-El reino de Dios

-La segunda venida de Cristo

-Resurrección y juicio

-Responsabilidad

-Salvación por medio de la fe en Cristo

-La resurrección de Cristo

-La perfección de Cristo ("este ningún mal hizo")

-La necesidad de seguir a Cristo

-La pecaminosidad del hombre ("a la verdad, justamente padecemos")

Por tanto, está fuera de lugar usar a este hombre como excusa para justificar que cualquiera puede ser salvo si muestra el más pequeño interés en el cristianismo. Debe haber la clase de base doctrinal que él tuvo. Sin esto él no habría podido levantarse a la altura de la fe que tenía. Cristo no hace oferta de salvación al otro ladrón cuya actitud fue: "Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros". El era el tipo de hombre que dice: ‘Si hay algo en este asunto de Jesús, no veo por qué no puedo conseguir algo’. Fue a causa de su falta del entendimiento doctrinal que el segundo ladrón tuvo, que él no pudo encontrar verdadera salvación al final de sus días, a pesar de su interés pasajero en Cristo.


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