Principios Básicos de la BIBLIA
ESTUDIO 10: EL BAUTISMO EN JESÚS
La importancia vital del bautismo | ¿Cómo deberíamos bautizarnos? | El significado del bautismo | El bautismo y la salvación | Digresiónes (Repetición del bautismo, El nivel de conocimiento que se requiere antes del bautismo, El ladrón en la cruz, Una muestra del servicio bautismal) | Preguntas

DIGRESIÓN 31: RE-BAUTISMO

Algunas personas tienen reservas en cuanto a su bautismo después de haber tenido en ocasión anterior lo que ellos pensaron que era un ‘bautismo’ de alguna clase, ya sea por aspersión cuando eran bebés o por inmersión completa en otra iglesia. Sin embargo, antes del bautismo debe haber arrepentimiento y creencia correcta del verdadero evangelio (Hch. 2:38; Mr. 16:15,16). El bautismo es únicamente verdadero bautismo aceptable a Dios cuando es realizado de este modo. Mateo 28:19,20 asocia el bautismo con escuchar primero las explicaciones de las enseñanzas de Cristo. Un niño pequeño es incapaz de arrepentirse o entender el evangelio; de todas maneras, derramar agua sobre la cabeza de la persona no es bautismo. En todos los ejemplos bíblicos, el deseo del bautismo es puramente iniciativa de la persona que desea ser bautizada (Lc. 3:10; Hch. 2:37; 8:36; 16:30). Los padres no pueden decidir que un niño tierno sea propiamente bautizado, porque ellos no pueden tomar la iniciativa por otro individuo. Zambullirse en una piscina puede ser sumergirse en agua, pero esto no es bautismo, porque la persona no está respondiendo conscientemente al verdadero evangelio. Lo mismo es cierto de aquellos que se sumergen mientra creen una falsa doctrina; ellos han sido sumergidos, pero no bautizados.

Sólo hay "una fe", es decir, un conjunto de doctrinas que forman el verdadero evangelio, y por consiguiente sólo "un bautismo": el bautismo que ocurre después de creer en la ‘única fe’. "Un cuerpo [es decir, una verdadera iglesia]... como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación.; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios" (Ef. 4:4-6). No hay dos esperanzas como es creído por aquellos que dicen que no importa si creemos que nuestro galardón será en los cielos o en la tierra. Sólo hay "un Dios"; por consiguiente Jesús no es Dios. De esto resulta que si cuando somos bautizados, fallamos en entender las doctrinas básicas, como el reino de Dios, la naturaleza de Dios y Jesús, etc., entonces nuestro primer ‘bautismo’ no fue válido.

Juan el Bautista sumergió gente, llamándolos a arrepentirse y enseñándoles ciertas cosas acerca de Jesús (Mr. 1:4; Lc. 1:77). Sin embargo esto fue insuficiente. Hechos 19:1-5 registra que algunos a quienes Juan había bautizado tenían que bautizarse de nuevo a causa de su incompleto conocimiento del verdadero evangelio. Así como aquellos a quienes Juan bautizó podemos pensar que en nuestra primera inmersión hicimos un genuino arrepentimiento y un nuevo comienzo. Esto puede ser verdad, pero no quita la necesidad de recibir "un [verdadero] bautismo" que sólo puede realizarse después de entender todos los elementos de "una fe".


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