Principios Básicos de la BIBLIA
ESTUDIO 4: DIOS Y LA MUERTE
La naturaleza del hombre | El alma | El Espíritu | La muerte es inconsciencia | La resurrección | El juicio | El lugar del galardón: ¿El cielo o la tierra? | Responsabilidad ante Dios | El infierno | Digresiónes (El purgatorio, Fantasmas y reencarnación, ¿Con qué naturaleza resucitaremos?, El "arrebatamiento") | Preguntas

DIGRESIÓN 14: EL "RAPTO"

Hay una creencia muy difundida entre las iglesias ‘evangélicas’ de que los justos serán ‘arrebatados’ al cielo al regreso de Cristo. A menudo se relaciona esta creencia con la idea de que la tierra será entonces destruida. En la Digresión 9 vimos que esto es una imposibilidad. También hemos mostrado en el Estudio 4.7 que el lugar del galardón es la tierra, no el cielo. Estas erróneas creencias están basadas en una interpretación equivocada de 1 Ts. 4:16,17: "El Señor mismo... descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hallamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor".

Aparte del evidente peligro de basar una creencia tan importante en un solo pasaje de la Escritura, se debe notar que aquí no hay mención de que los justos serán arrebatados al cielo. Cristo desciende del cielo antes de que los creyentes se reúnan con él. Cristo reinará para siempre en el trono de David en Jerusalén, y nosotros reinaremos con él, aquí en la tierra. Por lo tanto, es imposible que pasemos la eternidad con él suspendidos en el aire. Como ‘el aire’ se extiende sólo unos pocos kilómetros por sobre la superficie de la tierra, significa que no puede referirse al cielo, la morada de Dios.

La frase griega traducida como "arrebatados" realmente significa tomar bruscamente y llevar; no encierra la idea de ningún destino particular. Ocurre en Lv. 6:4 y en Dt. 28:31 en el Antiguo Testamento en griego (la Septuaginta) para describir el ‘arrebatamiento’ de mercancías en un robo. También ocurre en Hch. 8:39: "El Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más... Pero Felipe se encontró en Azoto". Esto relata como fue Felipe transportado milagrosamente de un lugar a otro en la tierra.

Cuando Cristo venga, los responsables serán congregados al lugar del juicio; no se les dejará que vayan allí por su cuenta. Es posible que nuestro medio de transporte a ese lugar sea literalmente por el aire.

Jesús dijo que "el día en que el Hijo del Hombre se manifieste... dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado" (Lc. 17:30,36). Esto da la misma descripción de un arrebato repentino. Los discípulos preguntaron ansiosamente: "¿Dónde, Señor? El les dijo: Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas"(Lc. 17:37). Así como las águilas vuelan instintivamente por el aire y luego descienden a tierra donde está el animal muerto, así los responsables serán llevados al lugar donde comparecerán ante su Señor en juicio.

Nuevamente debemos enfatizar la importancia de la doctrina del tribunal de Cristo; primero deben aparecer allí los responsables, antes de que los justos que hayan entre ellos sean galardonados. Una lectura superficial de 1 Ts. 4:16,17 podría llevarnos a concluir que todos los responsables serán arrebatados al aire, y permanecerán allí con Cristo para siempre. En cambio, nosotros sabemos que los responsables serán congregados al lugar del juicio, posiblemente serán transportados por el aire, y entonces recibirán su galardón.


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