Principios Básicos de la BIBLIA
ESTUDIO 4: DIOS Y LA MUERTE
La naturaleza del hombre | El alma | El Espíritu | La muerte es inconsciencia | La resurrección | El juicio | El lugar del galardón: ¿El cielo o la tierra? | Responsabilidad ante Dios | El infierno | Digresiónes (El purgatorio, Fantasmas y reencarnación, ¿Con qué naturaleza resucitaremos?, El "arrebatamiento") | Preguntas

DIGRESIÓN 12: FANTASMAS Y REENCARNACIÓN

La creencia de que el hombre continúa viviendo en la forma de otra persona o animal poseído por su espíritu, fue una de las maneras más antiguas en que el hombre trató de convencerse a sí mismo de que la muerte no era tan definitiva como parecía.

Hemos mostrado que el espíritu del hombre se refiere al aliento o fuerza vital que está dentro de él, y que regresa a Dios cuando la persona muere (Ec. 12:7). Esto significa que su espíritu no está vagando como ‘fantasma’, ni es libre de poseer a otra persona o animal para que la personalidad del hombre que murió continúe en ellos. Cada uno de nosotros será juzgado por sus propias obras (2 Co. 5:10). Si nuestras acciones y características son una función del carácter de una persona anterior, entonces este concepto de que Dios nos juzgará y recompensará de acuerdo con nuestras obras (Ap. 22:12) queda convertido en algo absurdo.

Cuando uno muere, el espíritu regresa a Dios, y cesa toda consciencia. Por lo tanto, cualquier intento de contactar a los muertos muestra un serio malentendido de la amplia enseñanza bíblica referente a esto (véase Is. 8:19,20; Lv. 19:31; 20:6). La Biblia es absolutamente clara en que la gente que ha muerto no regresa a su casa o ciudad de manera alguna; no puede haber tal cosa como un ‘espíritu’ o ‘fantasma’ que ronde tal lugar después que la persona ha muerto. Una humilde aceptación de esto nos llevará a rechazar todas las pretensiones de que han visto ‘fantasmas’ de personas muertas rondando sus casas. Tales experiencias deben ser a lo más un engaño de la imaginación.


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