Principios Básicos de la BIBLIA
ESTUDIO 2: EL ESPÍRITU DE DIOS
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DIGRESIÓN 6: CALVINISMO

Hace algunos cientos de años atrás, Calvino enseñó la idea de que había predestinación en nuestra vida. Por esto daba a entender que nuestras decisiones, basadas en nuestra propia voluntad, no tienen efecto sobre nuestra salvación; estamos predestinados ya sea a salvación o a rechazo. Este concepto ha resurgido incorporado en varias ideas modernas:

-Que no tiene objeto hacer un gran esfuerzo en el estudio de la Biblia o de la religión porque, si hemos de ser salvos, entonces lo seremos de todas maneras.

-Que hay un ser llamado el diablo que nos obliga a pecar y trae problemas a nuestra vida, independientemente de nuestra voluntad. Este falso concepto se examina en el Estudio 6.

-Que no hay necesidad de pedir a Dios que nos cuide en las situaciones de la vida, por ejemplo, que nos mantenga a salvo cuando viajamos, porque de todas maneras todo ya está predestinado. El mundo tiene un dicho, que a menudo se escucha en las salas de embarque en los aeropuertos: "Si su número ha de aparecer, aparecerá".

-Las iglesias evangélicas enseñan que es imposible creer o entender la Biblia sin que el Espíritu Santo nos impulse a hacerlo.

Hay muchas sólidas razones bíblicas para rechazar esta clase de filosofía:

-Convierte todo el concepto de obediencia a Dios en algo sin sentido. En la Biblia se nos dice continuamente que debemos guardar los mandamientos de Dios, y al hacerlo podemos darle complacencia o disgusto. Este concepto de mandamientos pierde sentido si Dios nos está forzando a ser obedientes. Cristo ofrece la salvación a "todos los que le obedecen" (He. 5:9).

-Hebreos 11 muestra que la intervención de Dios en nuestra vida y la concesión final de salvación tiene que ver con nuestra fe. Los muchos ejemplos bíblicos de orar a Dios para que nos libere en tiempo de aflicción pierden significado si todo ya está absolutamente predestinado. Asimismo, la idea de que la salvación es el resultado de nuestra fe en Cristo, también pierde sentido.

-El bautismo es un prerequisito para lograr la salvación (Marcos 16:16; Juan 3:3-5). Esto es negado por los calvinistas. Sin embargo, la salvación se hizo posible por medio de la obra de Cristo (2 Ti. 1:10), no por el concepto abstracto de la predestinación. Debemos elegir conscientemente unirnos a él, lo cual hacemos por medio del bautismo. Romanos 6:15-17 habla de que nosotros cambiamos de señor al bautizarnos, de una vida de pecado a una vida de obediencia. "Si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel". Este lenguaje de someterse claramente implica libre albedrío en oposición a la predestinación incondicional. El sometimiento se efectúa obedeciendo de todo corazón las doctrinas del evangelio (Ro. 6:17).

-No tiene objeto que Dios exprese su palabra, si de todas maneras estamos inevitablemente predestinados. Tampoco tiene objeto predicar. No obstante, la Biblia, tanto por mandato como por ejemplos escritos, muestra que es por medio de la predicación de la palabra que hombres y mujeres llegan a la salvación. "La palabra de... salvación" (Hch. 13:26) tiene que ser enviada a los hombres.- Seremos juzgados conforme a nuestras obras (Ap. 22:12). ¿Por qué si nuestras acciones basadas en el libre albedrío no tienen importancia alguna en relación con la salvación? Pablo dijo que los judíos se juzgaron a sí mismos indignos de la vida eterna debido a que rechazaron la palabra de Dios (Hch. 13:46). Ellos mismos se juzgaron; Dios no estaba impidiéndolos. Si decimos que Dios está predestinando algunas personas a salvación y otras a condenación, entonces Dios estaría efectivamente obligando a la gente a ser pecadora, de la misma manera en que supuestamente obliga a la gente a ser justa. Debido al pecado de Adán, "la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron" (Ro. 5:12). Es por eso que los hombres mueren, como castigo por el pecado (Ro. 6:23), no porque Dios los haya obligado a ser pecadores en algún tiempo antes del pecado de Adán.- 1 Corintios 10 y muchos otros pasajes muestran el ejemplo de aquellos del pasado que en un tiempo tuvieron una relación con Dios, pero después apostataron, como advertencias para los creyentes. El hecho de que es posible "caer de la gracia" (Gal. 5:4) significa que no puede haber un sistema de salvación ‘una vez salvo, siempre salvo’, como lo requiere el calvinismo. Sólo persistiendo en la verdadera doctrina podemos ser salvos (1 Ti. 4:16).

-Jesús claramente enseñó que el entendimiento de la palabra de Dios depende en cierto grado de nuestro esfuerzo voluntario. "El que lee, entienda" (Mt. 24:15). De modo que queda a nuestra voluntad entender la palabra; no estamos obligados a hacerlo. Hay un paralelo entre esto y las repetidas palabras de Jesús: "El que tiene oídos para oír, oiga", o entienda. Por lo tanto, tener oídos para oír equivale a leer la palabra de Dios. Como el Espíritu de Dios se halla manifiesto con toda supremacía en toda su palabra, hasta el punto de que Jesús pudo decir que sus palabras inspiradas "son espíritu" (Jn. 6:63), es imposible que el Espíritu de Dios opere en un hombre, fuera de su palabra divina, a fin de forzarlo a ser obediente a la palabra.

-"El que quiera" puede tomar "del agua de la vida gratuitamente" (Ap. 22:17), con sólo responder a la palabra de vida que se halla en el evangelio. Sin duda, lo que hay aquí es libre albedrío más bien que predestinación independiente de nuestro deseo personal de salvación. Asimismo Hechos 2:21 declara: "Todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" por medio del bautismo en ese nombre.


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