Principios Básicos de la BIBLIA
ESTUDIO 1: DIOS
Introducción | La existencia de Dios | La personalidad de Dios | El nombre y carácter de Dios | Los ángeles | Digresiónes ("Dios es Espíritu", El uso del nombre de Dios, La manifestación de Dios) | Preguntas

DIGRESIÓN 3: La Manifestación De Dios

Lo que va a continuación no será fácil de captar por completo a la primera lectura, pero la importancia del tema se hará más evidente a medida que avanza en sus estudios. Lo incluimos en esta etapa para que Ud. complete este Estudio habiendo considerado plenamente la revelación básica de la Biblia acerca de Dios. El nombre de Dios puede ser llevado por cualquiera por cuyo medio Él escoja "manifestarse" o revelarse. De modo que hombres y ángeles, así como Jesús, pueden llamarse del Nombre de Dios. Este es un principio vital que nos da a conocer muchísimo de la Biblia. Un hijo puede apropiadamente llevar el nombre de su padre, ya que tiene ciertas similitudes con él; puede incluso tener su mismo nombre –pero no es la misma persona que el padre. De igual manera, un representante de una compañía puede hablar en nombre de ella; puede telefonear a alguien por negocios y decir: "Hola, habla Unilever"; él no es el Sr. Unilever, pero asume su nombre porque está trabajando en representación de él. Así también fue el caso de Jesús.

ÁNGELES QUE LLEVAN EL NOMBRE DE DIOS

En Éxodo 23:20,21, Dios dijo al pueblo de Israel que iría un ángel delante de ellos. "Mi nombre está en él", se les dijo. El nombre personal de Dios es "Yahveh" (o Jehová, como se lee el Nombre en la Versión Reina-Valera, revisión de 1960). Así que el ángel llevaba el nombre de Yahveh, siendo de este modo llamado Yahveh o el SEÑOR. En Éxodo 33:20 se nos dice que ningún hombre puede ver el rostro de Dios y vivir; pero en Éxodo 33:11 leemos que "hablaba Jehová [Yahveh] a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero", es decir, en forma directa. No podría haber sido Jehová (Yahveh) mismo en persona el que habló a Moisés cara a cara, porque nadie puede ver a Dios. El ángel que llevaba el Nombre de Dios fue quien lo hizo; y así leemos que Jehová habló cara a cara con Moisés, cuando en realidad fue un ángel quien lo hizo (Hch. 7:30-33).

Hay muchos otros ejemplos en que las palabras "Dios" y "Jehová" se refieren a los ángeles en contraste a Dios mismo. Un claro ejemplo es Gn. 1:26 : "Dijo Dios [los ángeles]: Hagamos al hombre a nuestra imagen".

HOMBRES CON EL NOMBRE DE DIOS

Uno de los pasajes más útiles para demostrar todo esto, es Juan 10:34-36. Aquí los judíos cometieron el mismo error que muchos cometen hoy en día. Creyeron que Jesús estaba diciendo que él era Dios mismo. Jesús les corrigió diciendo: "¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? Si [les] llamó dioses ... ¿vosotros decís [de mi]: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?". En realidad, Jesús está diciendo: "En el Antiguo Testamento, hombres llevaban el título de "dioses"; yo estoy diciendo que soy el Hijo de Dios; así, pues, ¿por qué estáis tan alterados?" En realidad, Jesús está citando Salmos 82, donde los jueces de Israel eran llamados "dioses".

Como ya se ha mostrado, el nombre completo de Dios en hebreo es "Yahveh Elohim", que quiere decir: "yo seré revelado en un grupo de poderosos". Los verdaderos creyentes son aquellos en los que Dios, en un sentido limitado, se ha revelado en esta vida. Sin embargo, en el reino ellos serán "poderosos" en quienes Dios será completamente manifestado. Esto se muestra en toda su belleza al comparar Is. 64:4 con 1 Co. 2:9. "Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera". Pablo cita esto en 1 Co. 2:9,10. "Está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu". El pasaje de Isaías 64 dice que nadie excepto Dios puede entender lo que él ha preparado para los creyentes; pero 1 Co. 2:10 nos dice que eso nos ha sido revelado a nosotros.

JESÚS Y EL NOMBRE DE DIOS

No es sorprendente que Jesús, como el Hijo de Dios y Su suprema manifestación a los hombres, lleve también el nombre de Dios. Él pudo decir: "Yo he venido en nombre de mi Padre" (Jn. 5:43). Por su obediencia, Jesús subió al cielo y Dios "le dio un nombre que es sobre todo nombre"–el nombre de Yahveh, de Dios mismo (Fil. 2:9). Así que es por eso que leemos que Jesús dijo en Ap. 3:12: "Escribiré sobre él [el creyente] el nombre de mi Dios... y mi nombre nuevo". En el juicio, Jesús nos dará el Nombre de Dios; entonces nosotros llevaremos plenamente el nombre de Dios. Él llama a este nombre, "mi nombre nuevo". Recuerde que Jesús estaba dando el libro de Apocalipsis algunos años después de su ascensión al cielo, y después de que se le había dado el nombre de Dios, tal como se explica en Fil. 2:9. Así él puede llamar al nombre de Dios "mi nombre nuevo"; el nombre que a él se le había dado recientemente. Ahora podemos entender adecuadamente a Is. 9:6, donde se nos dice referente a Jesús: "Se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno...". Esta es una profecía de que Jesús llevaría todos los nombres de Dios y que él sería la manifestación o revelación total de Dios a nosotros. Fue en este sentido que se le llamó "Emanuel", que significa "Dios con nosotros", aunque personalmente él no era Dios. Por consiguiente la profecía de Joel 2 de que los hombres invocarían el nombre de Yahveh fue cumplida por la gente que se bautizaba en el nombre de Jesucristo (Hch. 2:21; compárese 38). Esto también explica por qué el mandato de bautizarse en el nombre del Padre fue cumplido, como se registra en los Hechos, por medio del bautismo en el nombre de Jesús.


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